Malvinas sin libertad digital: el gobierno prohíbe Starlink y multa a sus usuarios

 Malvinas sin libertad digital: el gobierno prohíbe Starlink y multa a sus usuarios

La decisión del gobierno local generó un fuerte rechazo entre los habitantes, quienes denuncian el mal servicio brindado por la empresa que ostenta el monopolio de las telecomunicaciones en las islas.

Desde hace años, los residentes de las Islas Malvinas enfrentan problemas de conectividad debido a la deficiente prestación del servicio de internet. La empresa Sure South Atlantic Limited, que opera bajo un acuerdo con el gobierno local dependiente del Reino Unido, controla las telecomunicaciones en el territorio.

La irrupción de Starlink, el servicio de internet satelital de SpaceX, abrió nuevas posibilidades de acceso a internet, aunque a un costo elevado. Inicialmente, este servicio fue utilizado por el personal militar británico en la base de Mount Pleasant y algunas compañías pesqueras. Sin embargo, con el tiempo, un número creciente de habitantes de las islas comenzó a contratarlo, lo que generó preocupación en la empresa proveedora del servicio monopólico.

En respuesta, el gobierno local lanzó una advertencia a los 3.600 habitantes: quienes utilicen Starlink podrían enfrentar multas de hasta 5.000 libras esterlinas (aproximadamente 6.500.000 pesos argentinos) e incluso la interrupción del servicio. La medida generó un profundo malestar en la comunidad.

«Queremos solo un buen servicio de internet. El que hay disponible es terrible. El resto del mundo tiene buenas conexiones y aquí no. Somos muchos, tal vez la mitad de la población, los que estamos hartos», expresó un residente de las islas, quien prefirió mantener el anonimato.

Ante esta situación, el gobierno local informó a Starlink sobre la prohibición, iniciando una disputa cuyo desenlace aún es incierto. La empresa de Elon Musk notificó a sus clientes en las islas sobre la restricción impuesta por la compañía de telecomunicaciones local, señalando que no podía garantizar la continuidad del servicio. Además, recomendó a sus usuarios pausar los pagos hasta que se clarifiquen las regulaciones.

La controversia no solo expuso las dificultades que enfrentan los habitantes de las islas en términos de conectividad, sino que también puso en debate la falta de opciones en un mercado dominado por un único proveedor. La empresa británica Sure South Atlantic Limited mantiene el monopolio de las telecomunicaciones en las islas Malvinas, así como en Ascensión y Santa Helena, otros dos territorios bajo administración británica en el Atlántico Sur.

A medida que la situación se desarrolla, los residentes de las islas siguen demandando un servicio de internet confiable y accesible, mientras la tensión entre las autoridades locales y Starlink continúa en aumento.

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