Dos pescadores de EE.UU. llegaron a Trevelin y hoy producen vinos boutique

De la pesca con mosca al vino: la historia de dos estadounidenses en Trevelin
Cuando Rance Rathie llegó a la Patagonia en 1998 con solo 22 años, jamás imaginó que años después, junto a su amigo y socio Travis Smith, terminaría fundando una bodega boutique en Trevelin. Ambos llegaron atraídos por la pesca con mosca y trabajaron como guías en un lodge de la región. Sin embargo, tras el cierre de la empresa en 2001, decidieron quedarse y construir su propio camino.
En 2010, adquirieron el lodge donde trabajaban y, siguiendo el consejo de un mendocino que les habló del potencial vitivinícola del lugar, se embarcaron en un desafío desconocido: producir su propio vino. Así nació Contra Corriente, una bodega que hoy produce entre 8.000 y 12.000 botellas anuales y ha logrado posicionar sus etiquetas en destacados restaurantes del país.
Rathie vivió 16 años en Argentina, donde nacieron sus tres hijos, y define a la Patagonia como su segundo hogar. Aunque actualmente divide su tiempo entre Montana, su estado natal en Estados Unidos, y Trevelin, sigue profundamente ligado al proyecto vitivinícola que construyó junto a Smith.

Un comienzo con desafíos
El camino hacia el vino no fue fácil. “Cuando compramos el lodge, detrás había un viñedo y nos dijeron que podía funcionar por el microclima del valle”, recuerda Rathie. Sin experiencia en el rubro y con escasos recursos de asesoramiento en la zona, los primeros intentos fueron un fracaso: de las 5.000 vides plantadas inicialmente, solo sobrevivieron unas pocas docenas.
Lejos de rendirse, decidieron aprender por su cuenta y en 2017 hicieron su primera vinificación en una bodega de El Bolsón. Ese ensayo, sin etiquetas ni venta, les permitió entender mejor el proceso. En 2018, ya con equipamiento propio y guiados a distancia por el enólogo Jeff LeBard desde California, lograron lanzar su primera producción comercial.
El crecimiento de la bodega se consolidó con la incorporación de Sofía Elena, una enóloga con experiencia en climas fríos de Europa, Chile y Estados Unidos. “Probó nuestros vinos en tanque y se enamoró del proyecto”, cuenta Rathie. Hoy, Elena es la enóloga principal y LeBard sigue colaborando como consultor.

Un terroir extremo con identidad propia
Contra Corriente cuenta con cuatro hectáreas de viñedos plantadas en un suelo de origen aluvional, a 384 metros sobre el nivel del mar. El clima de la zona, influenciado por los vientos del Pacífico, exige un manejo cuidadoso de cada vid durante toda la temporada.
Actualmente, producen un sparkling extra brut, un Gewürztraminer, un Chardonnay y un Pinot Noir. “Argentina es famosa por el Malbec, pero estos vinos de climas fríos están ganando su espacio”, destaca Rathie.
Lo que comenzó como un experimento hoy es una bodega boutique reconocida, demostrando que en Trevelin no solo la pesca con mosca atrae a los visitantes, sino también la pasión por el buen vino.