El Papa Francisco y su doble estándar: críticas a la ideología mientras estrecha lazos con aliados políticos controvertidos
En un mensaje dirigido a los argentinos, el papa Francisco exhortó a «defenderse de las ideologías» durante una entrevista en el Vaticano, previa a las celebraciones navideñas. «Que no se dejen engañar por quienes les venden maníes», expresó el pontífice, en una declaración que rápidamente generó interpretaciones cruzadas en el plano político y social.
El Sumo Pontífice, durante su diálogo con el Canal Orbe 21 de la Arquidiócesis de Buenos Aires, enfatizó la necesidad de luchar por la paz en un mundo marcado por conflictos bélicos. «Urge un tratado de paz», declaró en alusión a la guerra en Ucrania, apuntando a la «hipocresía» de los intereses económicos y políticos que obstaculizan acuerdos pacíficos.
Sin embargo, las críticas contra el «negacionismo» que formuló durante la misma entrevista contrastan con algunos de sus recientes gestos. Días atrás, Francisco recibió en el Vaticano a Sebastián Pareja, operador político clave de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. Este encuentro ocurre en un contexto de tensiones, ya que en septiembre el Papa había señalado sus preocupaciones sobre el gobierno de Javier Milei, mientras que el mandatario argentino lo calificó en el pasado como «representante del maligno».
La relación entre Francisco y el actual gobierno argentino evidencia una historia de contradicciones: si bien hubo una reunión en febrero entre el Papa y Milei, marcada por tonos cordiales, los desencuentros persisten, especialmente en torno a las posturas ideológicas de ambos. La visita de Sebastián Pareja, gestionada con intervención oficial del gobierno, refuerza las críticas sobre el rol del Vaticano en las dinámicas políticas del país.
Mientras el Papa pide a los argentinos protegerse de ideologías, sus reuniones con figuras políticas de diversos espectros alimentan preguntas sobre la coherencia de su posición. ¿Lucha Francisco contra las ideologías o solo contra aquellas que no encajan en su agenda? El doble discurso parece tan complejo como los tiempos que atraviesa la Argentina.


