La calle como único plan: la CGT profundiza su desconexión con quienes apuestan al trabajo

Tras el paro general, la CGT vuelve a las calles y convoca a una marcha para el 30 de abril
La central sindical mantiene su agenda de presión contra el Gobierno, en medio de una creciente desconexión con los trabajadores que priorizan el empleo y el desarrollo.
Por [Nombre del periodista]
La Confederación General del Trabajo (CGT) anunció este martes una nueva movilización prevista para el 30 de abril, en vísperas del Día del Trabajador. Con concentración en la avenida 9 de Julio e Independencia, la marcha culminará en el Monumento al Trabajo, en el bajo porteño. La medida llega a solo dos semanas del paro general y busca mantener el tono de confrontación con la gestión de Javier Milei.
Desde la central obrera justifican la convocatoria con duros cuestionamientos al rumbo económico del Gobierno, al que acusan de ejecutar una “devaluación encubierta” y de cortar todo canal de diálogo con los gremios. “Necesitamos mesas de diálogo para hablar de producción y empleo. Hoy no participamos de nada”, expresó Jorge Sola, vocero cegetista y secretario general del sindicato del Seguro.
Sin embargo, puertas adentro, no son pocos los que señalan que el sindicalismo argentino atraviesa una crisis de representatividad. La distancia entre las cúpulas gremiales y buena parte de los trabajadores —particularmente aquellos que hoy priorizan estabilidad, oportunidades y desarrollo personal— parece ensancharse con cada medida de fuerza.
La convocatoria fue resuelta por la cúpula de la CGT en la tradicional sala Saúl Ubaldini de la sede de Azopardo, con presencia de Héctor Daer (Sanidad), Octavio Argüello (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN), Sergio Palazzo (Bancarios), Omar Plaini (Canillitas) y Abel Furlán (UOM). Notoria fue la ausencia de dirigentes clave como Carlos Acuña (Estaciones de Servicio), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Gerardo Martínez (UOCRA), tradicional puente entre la CGT y la Casa Rosada.
En un gesto que buscó sumar volumen político a la protesta, los dirigentes sindicales manifestaron su expectativa de que gobernadores e intendentes peronistas se sumen a la movilización. Entre ellos, se mencionó al mandatario bonaerense Axel Kicillof, aunque desde la CGT intentaron despegarse de las internas del PJ y la disputa entre sectores kicillofistas y camporistas.
Quien sí alzó la voz con dureza fue Juan Carlos Schmid, extitular de la CGT y actual secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT): “El peronismo está en un laberinto. Fue una vergüenza que no se haya expresado claramente antes del paro”, criticó.
Con una dirigencia que repite nombres desde hace décadas, sin renovación visible y con escasa conexión con los nuevos formatos de empleo, la CGT vuelve a apostar por la calle como único camino de acción. Mientras tanto, miles de trabajadores —en blanco, informales, independientes y cuentapropistas— siguen buscando alternativas para progresar, producir y salir adelante. Pero lo hacen cada vez más lejos de Azopardo.