La reina roja de los frutos: una cosecha de cerezas que promete batir récords en Argentina
La temporada de cerezas 2024 en Argentina se perfila como una de las más prometedoras de la historia. Con condiciones climáticas ideales y una primavera excepcional, el país podría superar las 7500 toneladas de exportaciones, consolidándose como un jugador destacado en el mercado internacional. Río Negro, uno de los principales productores del país, aspira a aportar cerca de 3000 toneladas de este codiciado fruto, posicionándose como un líder en calidad premium.
La recolección comenzó a finales de octubre y se extenderá hasta mediados de diciembre, con cifras que podrían igualar o superar el récord histórico de 7200 toneladas alcanzado el año pasado. Según expertos del sector, las temperaturas equilibradas de la primavera (entre 10 y 25 grados) favorecieron una floración perfecta, resultando en frutas de gran calibre, color intenso y un nivel óptimo de azúcar, características altamente valoradas en los mercados internacionales.
En Argentina, las variedades más exportadas incluyen Royal Dawn, Lapins, Santina, Sweetheart y Regina. A estas se suman nuevas variedades como Nimba y Pacific Red, que ofrecen precocidad y atractivo visual, características clave para competir en los exigentes mercados de Estados Unidos, China, Inglaterra y Canadá.
Río Negro, con 500 hectáreas destinadas a la producción de cerezas, concentra el 70% de su cultivo en el Valle Medio, alrededor de la localidad de Chimpay. La región ofrece condiciones inmejorables gracias a su alta exposición solar y abundancia de agua. Estas ventajas permiten a los productores locales ganar preciosos días de adelanto en la cosecha, un factor crucial para aprovechar la alta demanda de frutos rojos en fechas clave como el Año Nuevo chino.
Mientras tanto, en otros rincones de la Patagonia como Gaiman, Sarmiento y Los Antiguos, las cerezas maduran más tarde debido al clima más frío. En particular, la región de Los Antiguos, en Santa Cruz, produce las últimas cerezas del hemisferio sur, con un período de formación del fruto de hasta 103 días, muy superior al promedio global. Esto las convierte en una joya tardía que cierra con broche de oro la temporada.
Con el 90% de la producción nacional destinada a la exportación, el sector mira al cielo con la esperanza de que las condiciones climáticas sigan siendo favorables en lo que resta de la temporada. A pesar de los riesgos de heladas y granizo, las expectativas no podrían ser más alentadoras: la cereza argentina sigue consolidándose como un símbolo de calidad y excelencia en los mercados más competitivos del mundo.


