La sombra del entorno de Cristina Kirchner en la muerte de Nisman: Manuel Romero Victorica y las pruebas que apuntan al asesinato

 La sombra del entorno de Cristina Kirchner en la muerte de Nisman: Manuel Romero Victorica y las pruebas que apuntan al asesinato

En el décimo aniversario de la muerte del fiscal Alberto Nisman, Manuel Romero Victorica, abogado querellante en representación de las hijas del fiscal, reafirmó en diálogo con Infobae que la orden de acabar con su vida provino del círculo cercano de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner. A pesar de no acceder al expediente desde 2018, Romero Victorica mantiene una precisión asombrosa sobre los detalles de la causa, citando pruebas y fojas específicas.

Romero Victorica destacó la labor del fiscal Eduardo Taiano, quien recientemente confirmó que Nisman fue asesinado y presentó un informe con nuevas pruebas. Según el letrado, este informe refuerza las sospechas sobre el papel de agentes de inteligencia y la conexión con las más altas esferas del poder en aquel momento. «El cuadro probatorio es claro: la trama para simular un suicidio incluyó irregularidades en la escena del crimen y un despliegue masivo de llamadas entre servicios de inteligencia», afirmó.

El abogado también subrayó las irregularidades que marcaron los primeros momentos de la investigación. Desde la falta de preservación de la escena del crimen hasta la intervención de personas no autorizadas, como el entonces secretario de Seguridad Sergio Berni, quien estuvo presente en el departamento de Le Parc en condiciones cuestionables.

Sobre el rol de Diego Lagomarsino, señalado como quien proporcionó el arma, Romero Victorica reiteró su desconfianza. «Se intentó instalar la idea de un suicidio, pero los hechos no cierran. Las mentiras de Lagomarsino y su relación con Nisman siempre fueron motivo de sospecha», agregó.

El informe de Taiano también reveló un masivo entrecruzamiento de llamadas ese fin de semana, muchas provenientes de personal de inteligencia vinculado al Ejército y la SIDE, organismos entonces bajo la órbita del gobierno nacional. «Todo cesó repentinamente tras la muerte de Nisman. Fue un operativo orquestado para frenar su testimonio en el Congreso», señaló el abogado.

Aunque no hay pruebas directas que vinculen a Cristina Fernández de Kirchner con la orden de matar a Nisman, Romero Victorica remarcó que el fiscal ya había advertido que «todo pasaba por ella». Para el abogado, los autores materiales del asesinato probablemente ya no estén vivos, eliminados para evitar confesiones que puedan comprometer a figuras de alto perfil.

Finalmente, Romero Victorica reflexionó sobre el futuro de la causa: «La historia la contará quien la escriba, pero la verdad completa aún se resiste a salir a la luz. La muerte de Nisman sigue siendo un capítulo oscuro de nuestra política, pero confío en que algún día se sepa quiénes estuvieron detrás».

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