La Universidad Nacional de Cuyo defiende la construcción de un muro ante la inseguridad
La Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) se encuentra en el centro de una controversia debido a la construcción de un muro perimetral en su campus, una obra valuada en $679 millones. La medida, impulsada como parte de un plan integral de seguridad, ha generado diversas críticas, tanto por su impacto urbanístico como por presuntas irregularidades administrativas.
Un muro por seguridad
Las autoridades de la UNCuyo sostienen que la decisión responde a recomendaciones de especialistas en seguridad para prevenir situaciones de violencia en el campus. Estefanía Villarruel, secretaria general de la universidad, explicó que en la zona donde se construye el cerramiento se han registrado múltiples episodios delictivos, algunos con amenazas de armas blancas y de fuego.
“Para resguardar la integridad de quienes circulan por esta parte de la universidad, se recomendó el cierre perimetral”, afirmó Villarruel. No obstante, aclaró que la medida es solo una de varias estrategias dentro de un plan más amplio para reforzar la seguridad.
El muro, que no rodea la totalidad del campus, abarca aproximadamente una cuarta parte de la universidad, incluyendo las facultades de Derecho y Educación, el comedor universitario, la residencia estudiantil y los talleres de la Facultad de Artes.
Conflicto con la Municipalidad
La obra, a cargo de la empresa PREAR Pretensados Argentina S.A., comenzó en octubre del año pasado, pero en enero la Municipalidad de Mendoza ordenó su paralización debido a la falta de habilitaciones. Según el municipio, la universidad no presentó la documentación correspondiente y la construcción no cuenta con los permisos adecuados.
El intendente de Mendoza, Ulpiano Suarez, sostuvo que “la universidad no tiene ningún privilegio” y advirtió que la obra seguirá detenida hasta que se regularice su situación.
Por su parte, Federico Morandini, coordinador general y técnico de la UNCuyo, aseguró que la comunidad universitaria en su mayoría apoya la medida y que se habían probado soluciones previas, como cercos metálicos, sin éxito.

Críticas internas y de expertos
El proyecto también recibió objeciones dentro de la universidad. El Consejo Superior de la UNCuyo cuestionó la falta de participación en la toma de decisiones y solicitó información detallada sobre la licitación, el presupuesto y los aspectos técnicos de la obra.
Además, un grupo de arquitectos e investigadores del CONICET, entre ellos Raúl Francisco Romero Day, Eliana Bórmida y Graciela Moretti, manifestaron su rechazo al proyecto en una carta dirigida a la rectora Esther Sánchez. Argumentaron que el muro contradice el diseño original del campus, que buscaba integrar la universidad con el paisaje natural y urbano.
Asimismo, alertaron sobre posibles impactos ambientales, como el aumento de la isla de calor urbana, que podría elevar la temperatura en la zona hasta los 80°C en verano debido a la acumulación de calor en las estructuras de hormigón.
Mientras el debate continúa, las autoridades de la UNCuyo buscan avanzar con la regularización de la obra, que aún permanece en suspenso.


