Messi, el máximo orgullo nacional que los K no soportan: la violenta advertencia de Brancatelli

 Messi, el máximo orgullo nacional que los K no soportan: la violenta advertencia de Brancatelli

El kirchnerismo contra Messi: la escalofriante amenaza de Brancatelli

Lionel Messi es, sin lugar a dudas, el mayor ídolo del deporte argentino. Su historia es un ejemplo de esfuerzo, dedicación y amor por el país. Desde su infancia en Rosario hasta la consagración en el Mundial de Qatar 2022, nunca dejó de representar a Argentina con orgullo, incluso cuando fue injustamente criticado.

A pesar de todo lo que ha dado por la celeste y blanca, Messi ha sido blanco del odio kirchnerista en más de una ocasión. El primer conflicto surgió cuando se negó a posar con una camiseta con la imagen de Santiago Maldonado, un reclamo impulsado por sectores políticos de izquierda y el kirchnerismo. Su decisión de mantenerse al margen de esa controversia desató la furia de militantes y periodistas alineados con el gobierno de Cristina Kirchner.

Pero el momento que terminó de marcar la ruptura entre Messi y el kirchnerismo fue el Mundial 2022. Luego de la histórica victoria de Argentina, el entonces presidente Alberto Fernández intentó utilizar el triunfo con fines políticos, buscando que el plantel llevara la Copa del Mundo a la Casa Rosada. Messi, junto con sus compañeros, rechazó la invitación y prefirió celebrar con el pueblo, sin distinciones partidarias. La decisión fue tomada como una afrenta por parte de sectores kirchneristas.

Recientemente, la animosidad del kirchnerismo hacia Messi alcanzó un nuevo nivel. Durante una transmisión en C5N, el periodista y militante K Diego Brancatelli lanzó una preocupante advertencia: «Cuando esto explote, vamos a ir a buscarte, Lionel Messi». Sus palabras generaron indignación y fueron interpretadas como una amenaza directa contra el capitán de la Selección.

Brancatelli, conocido por su postura radical y sus constantes ataques a figuras que no comulgan con el kirchnerismo, cruzó un límite peligroso. Su hostilidad hacia Messi parece responder a una sola razón: el astro argentino no se dejó usar políticamente ni se alineó con el relato oficialista.

Mientras Brancatelli promueve el odio y la división, Messi sigue representando lo mejor de Argentina: trabajo, humildad y perseverancia. Su amor por el país no necesita discursos políticos ni alineamientos ideológicos. Por eso, mientras millones de argentinos lo aclaman como su máximo ídolo, algunos sectores fanatizados no pueden perdonarle que sea un símbolo de unidad y no de facciones políticas.

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