Un campamento para conectar corazones: la apuesta de BelénCita contra la soledad de los solteros
La soledad ya no tiene por qué ser un obstáculo para quienes buscan compañía, nuevas amistades o incluso el amor. Así lo demuestra Belén Bona, creadora de BelénCita, quien ha convertido las reuniones sociales en una verdadera experiencia transformadora para los solteros de toda Argentina. Desde encuentros en bares hasta campamentos inmersivos en medio de las sierras, su propuesta ha generado una revolución en la forma de conectar personas.
Belén, oriunda de Tres Arroyos, llegó a Mar del Plata con el sueño de estudiar psicología, pero fue su pasión por generar espacios de encuentro lo que la llevó a construir esta iniciativa. En 2022, tras notar cómo la pandemia había alterado la manera en que las personas interactuaban, organizó su primer evento para solteros. La dinámica incluyó juegos teatrales, actividades lúdicas y conversaciones que rompían con la superficialidad típica de las aplicaciones de citas.
El éxito de los encuentros creció rápidamente, extendiéndose a Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. En cada ciudad, BelénCita se consolidó como un espacio seguro, divertido y libre de prejuicios donde los asistentes podían conectar desde lo auténtico.
Campamento en las sierras: una experiencia única
El verano 2025 marcó un antes y un después para BelénCita con la organización de su primer campamento de solteros en Candonga, Córdoba. Durante dos días, 40 participantes se sumergieron en dinámicas diseñadas para fomentar la conexión humana. Desde juegos sensoriales y cartas eróticas hasta cenas compartidas y fiestas con DJ, todo apuntaba a generar un ambiente de respeto y diversión.
“El objetivo no es solo encontrar pareja, sino también ampliar el círculo social y crear vínculos genuinos”, explica Belén. El campamento tuvo una sorprendente «tasa de efectividad» del 50% en encuentros románticos, pero, sobre todo, dejó huellas emocionales profundas en los asistentes.
El futuro de BelénCita: más allá de las fronteras
Con campamentos previstos para Chapadmalal y nuevas ediciones en Córdoba, Belén sueña con llevar su propuesta al exterior. “Quizás una playa en Brasil sea el próximo destino”, comenta entusiasmada.
Más allá de los éxitos, Belén resalta el aprendizaje y la conexión que se generan en cada encuentro. “La intensidad de las experiencias hace que en solo dos días parezca que nos conocemos de toda la vida”, reflexiona emocionada.
Hoy, BelénCita no es solo un espacio para combatir la soledad; es un proyecto que demuestra que, en un mundo hiperconectado, los lazos humanos aún pueden construirse desde la autenticidad y el respeto.


